Broncearse sanamente sin sol, es posible

Los dermatólogos son categóricos a la hora de desaprobar uno de los sistemas más popularizados para broncearse: la cama solar. Afirman que la exposición a cinco sesiones de cama solar, ya podría generar una predisposición a desarrollar cáncer de piel.

¿Por qué se la considera tan nociva? Porque emite radiación de rayos ultravioletas A, que no producen calor. La radiación A, es la que se encuentra, por ejemplo, en un día nublado donde la gente también sufre quemaduras. Esos días, al no sentirse el calor, se piensa que no se está expuesto a quemaduras, pero sí se lesionan las células a nivel del ADN. El cuerpo reacciona al daño de estas células, generando una proteína que restablece la “normalidad”; pero no siempre se puede revertir este proceso, sobre todo luego de muchos años de tener que dar este tipo de respuesta. Estas células dañadas son las que, finalmente, terminan por mutar en cancerosas.

De los distintos tipos de radiación ultravioleta (UVA, UVB y UVC), la primera penetra en la primer capa de la piel (la epidermis) y llega hasta la segunda, la dermis, que es donde están el colágeno y la elastina.

La radiación UVA, produce la estimulación de las células que pigmentan la piel (melanocitos). Pero esta exposición... ¿es siempre dañina? No, en tanto se respete el horario de prohibición, en que las radiaciones son más fuertes (que siguen cambiando cada año). Tenemos que estar atentas/os a los informes que proporcionan los profesionales, al comenzar el verano.

Cada año, los factores que debemos usar para protegernos aumentan y también, este factor debe de ser considerado a la hora de comprar los bronceadores.

En los niños hay que hacer un especial hincapié, ya que el sol que se toma durante los primeros años, es determinante para desarrollar en el futuro, cáncer de piel (recordando que las radiaciones de rayos ultravioletas en nuestra piel, tienen un efecto acumulativo, tanto sean provenientes de la luz del sol, como de la cama solar). Por eso, se insiste en recomendar a los padres que no expongan a los chicos al sol y en el caso de los bebés, hay que recordar que no se deben usar protectores solares en menores de 6 meses.

Entre los métodos aceptados por la dermatología, están aquellos que pigmentan la piel como si la pintaran. Son las emulsiones o cremas auto-bronceantes, que contienen por lo general DHA. Este es un componente natural derivado del azúcar, que actúa en la capa más superficial de la piel y realiza una interacción química con estas células. Para lograr el color, no es necesario exponerse al sol; pero si se hace, hay que aclarar que no constituye una protección contra los rayos solares.

Las cremas hidratantes con auto-bronceantes, son de aplicación sencilla y su textura hidratante, facilita la distribución y aplicación uniforme en la piel.

También está el sistema conocido como “sol pleno”, que se aplica con un aerógrafo o pincel de aire, hoy también utilizado para el maquillaje de tecnología HD (como un soplete), con lociones (con DHA) que pigmentan la piel. En una sola sesión, se logra el bronceado y es por eso que lo buscan aquellas personas que tienen, por ejemplo, una fiesta en dos o tres días y tienen poco tiempo para adquirir el “color Caribe”. Personalmente, recomiendo dos sesiones para un bronceado parejo y más duradero.

Estos productos pierden su intensidad, a medida que se produce la descamación de la piel: un proceso que se da aproximadamente cada siete días, por lo que hay que repetir la aplicación.

Hay una gran variedad en nuestro mercado: la mayoría de ellas contiene DHA en pequeñas proporciones.

Son ideales tanto para empezar a usarlas en todo el cuerpo durante el invierno y por acumulación, podremos llegar al verano con un buen tono. Pero su mejor uso es durante el verano y posteriormente, para mantener el bronceado natural obtenido.

Su aplicación es sencilla y favorece la hidratación y humectación; otras, proporcionan diferentes vitaminas para las diferentes pieles.

Su efecto es lento, por lo que es necesaria una constancia en su uso.

Los spray que se presentan para aplicarnos nosotras mismas, cumplen la misma función que el bronceado denominado sol pleno. Se aplica por medio de un rocío (ya su envase está diseñado para esto); pero recordemos que siempre necesitaremos de ayuda, pues el rostro y la espalda pueden quedar manchados si el rocío no es parejo.

Cualquiera de estos productos, que son destinados a ser aplicados en cuerpo y rostro, son pensados para un auto-bronceado total.

Este sistema debe de ser aplicado por un profesional, ya que el uso de los equipos no es tan simple como parece y para lograr una cobertura pareja, es necesario conocer las técnicas.

El propiamente llamado sol pleno (loción de DHA), se aplica con un pincel de aire o aerógrafo y tiene diferentes formas o usos... como hemos comentado anteriormente, puede ser usado para un evento especial. Se aplica unos días antes del mismo, y dependiendo de cuál sea el color que deseamos, se repetirá o no su aplicación. Su efectividad llega a su punto máximo, aproximadamente a las seis horas de aplicado (este es el otro detalle al ser aplicado por un profesional: al inicio no se ve un gran cambio y si no se tiene el conocimiento de la micro-particularización, es muy difícil saber en qué cantidad y dónde se aplicó el producto).

Su duración, en estos casos es de una semana, aproximadamente.

Otra forma de uso, es aplicándolo semanalmente en una sesión intensa y de esta manera, se mantiene el color el tiempo deseado.

Se preguntarán: ¿cómo trabaja este producto? El DHA trabaja sobre la primera capa de la piel, oxidando las células que ya nuestro cuerpo está preparando para cambiar y así se logra el efecto de la exposición al sol, sin ella. Es bueno aclarar que el cambio de células se produce semanalmente. Es por esto que se recomienda una exfoliación previa.

Todos los productos auto-bronceantes son de uso para todo el cuerpo y rostro; así como también, es muy importante resaltar que ninguno de ellos reemplaza al protector solar, ya que no protegen nuestra piel: son únicamente de uso estético.

La información que les brindo hoy les puede ser muy útil para este comienzo de verano, para evitar la exposición solar intensa (que siempre hacemos los primeros días hasta vernos con color) y llegar con un tono bonito a la playa. Lentamente, la piel tomará su bronceado natural en una transición estética y saludable.

Recordemos que estas opciones no implican no usar protector solar: simplemente colaboran evitando la tan indeseada situación de llegar pálidas a la playa el primer día y de "rostizarnos" horas y horas, para llegar a obtener un buen color.


Gabriela Gancio
Maquillaje Técnico
Anmut.maquillaje@gmail.com   

Este artículo tiene como finalidad ser informativo, no damos consejos médicos, ni recomendamos productos o servicios de atención de salud.