Quienes publican en este espacio encuentran en él un lugar donde dar a conocer y compartir sus producciones literarias; un lugar donde darle expresión a la riqueza de su universo interno.
En los albores del nuevo milenio, la poetisa uruguaya Amanda Berenguer, integrante de la generación del 45, plasmaba en su poema “Poner la mesa del tercer milenio”, la llegada del año 2000. Compartimos un fragmento del mismo al cumplirse cien años de su nacimiento.
No es tarea fácil enfrentar las sombras, pero ¿y si en lugar de enfocarnos en pensamientos tales como “odio esta situación”, les damos luz transformándolos en: “¿qué me está mostrando esto que estoy viviendo?... ¿de qué forma me puedo beneficiar de esta instancia?”
Gracias, porque a pesar de que has tenido muchas oportunidades para darte por vencido, por vencida, y muchas veces hemos sentido que ya no dábamos más y sucumbiríamos en un momento u otro, siempre finalmente lográbamos encontrar la luz.
"Bienvenidos a Holanda." "¿Holanda?"- dices-. "¿Qué quiere usted decir con Holanda? ¡Yo contraté un viaje a Italia! ¡Tendría que estar en Italia! ¡Toda mi vida he soñado con ir a Italia!" Pero ha habido un cambio en el plan de vuelo. Han aterrizado en Holanda y tienes que quedarte allí.
Hay conceptos como el tiempo y la distancia que a veces creemos que son fijos, porque podemos medirlos, calcularlos... darles un punto de comienzo y un punto final. La vida me ha puesto a prueba más de una vez en este sentido, y he aprendido a reconocer y a apreciar la relatividad que se esconde en el tiempo y la distancia.
Y es que esa belleza, además de ser propia, se contagia... no hay nada más gratificante que transformar una cara triste, apagada, en una donde asoma una sonrisa... en una cara que deja atrás el dolor, para pasar a un estado más esperanzador.
Hoy le pedí a una compañera, que me sacara una foto en mi salón, en mi escuela, porque necesitaba ponerla como parte de un proyecto, en el cual estoy feliz siendo parte de: comparto, enseño, aprendo, lloro y me he reído mucho... aprendí a reírme mucho con mis niños de mí, de ellos, de nosotros... y soy feliz.