Toma una respiración… detente y siente el aire que fluye a través de tus pulmones. Relájate… permite que el aire salga suavemente por su propia voluntad y al salir, siente cómo simplemente, las frecuencias que ya no te sirven en estos momentos, solamente salen con él.
Si tú hiciste este ejercicio, sólo te has centrado en un milagro. Por si no lo has visto, son millones de milagros que se producen en cada momento, de cada día de tu vida. Hay millones de milagros en cada centímetro de tu cuerpo, en cada conexión de tus células nerviosas, en cada respiración, en cada latido de tu corazón. Miles de células y procesos deben ser coordinados… el tiempo debe ser impecable, sólo por estas cosas simples en el cuerpo humano… cosas que la mayoría de nosotros, damos muchas veces por sentado.
¿Te puedo preguntar algo? Si el Creador puede hacer que cada uno de nosotros respire, puede hacer que nuestro corazón lata… ¿tú crees que dejó que nuestra vida no fuera perfecta? ¿Tú crees que nos dejó venir a la Tierra para sufrir (cualquiera sea la razón de tu sufrimiento)? ¿Tú crees que su Plan Divino y Perfecto, es que nos levantemos todos los días a las cinco, seis o siete de la mañana para estar en extensas jornadas de trabajo, sin a veces saber si esta soleado o nublado afuera… sin estar la mayor parte del tiempo con los seres que más amamos?
Recuerda que “como es arriba es abajo”… tú no controlas tu respiración o el latido de tu corazón: tú simplemente confías en que ello va a suceder. Trata de aplicar este mismo nivel de confianza a tu vida… no intentes acelerar el latido de tu corazón... no intentes forzar el aire que ingresa a los pulmones… tú simplemente recibes… tú permites… tú simplemente te entregas...
Esta semana, cada vez que te encuentres preocupado tratando de averiguar qué va a pasar o qué va a suceder… cómo vas a crear algo o cómo vas a manejar algo que debes manejar, primero pide por el resultado amoroso que tú deseas. Asegúrate que estás alineado con este resultado. ¿Estás hablando de manera positiva? ¿Estás pensando positivamente? ¿Estás extendiendo esos deseos a los demás o lo que pides va en desmedro de alguien?
Recuerda que lo que crees, lo creas… y en verdad cada palabra, cada acción, cada pensamiento, es una oración en la que se envía una energía hacia el Universo y solamente atraes lo semejante a ti mismo.
Simplemente CONFIA: hay una Divinidad que está respirando por ti, que mantiene tu cuerpo vivo, que corre las estrellas en los cielos y coordina las soluciones perfectas para tu vida. Recuerda: “Como tú crees, ¡así es como recibirás!”
Entonces, toma una respiración... bebe de la fuente de la vida misma con cada inhalación… disfruta de las energías que necesitas para vivir, amar, prosperar, ser feliz. Suelta el aire y permite que lo que tú hoy no necesitas, pueda salir suavemente… y ¡ahí lo tienes! Sólo has participado en otro milagro.
¡Feliz día! Y recuerda que somos parte de un plan Divino y Perfecto, por lo cual solo eso puede estar en nuestras vidas: solamente depende de ti y de qué es lo que vas creando… y tú, ¿qué deseas creer y crear para tu vida?
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.
Coach Ontológica. Terapeuta Floral.
Astróloga. Sahumadora.
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