La Neosoltería, una elección de vida

"Neosolteros” es un término utilizado desde el decenio de los noventa, empleado por la escritora española Carmen Alborch, en su libro “Solas: gozos y sombras de una manera de vivir”. En el mismo define un "nuevo" estado civil por convicción de la persona, cuya prioridad es el éxito profesional y económico, más no el sentimental... es decir, el de tener noviazgo o pareja estable.

Es una forma de reivindicar la soltería, como un estado o modelo en el que vivir, sin tener que priorizar la pareja o familia. Antes, la soltería era mal vista: como un defecto o un estado no placentero y las personas que no seguían el modelo tradicional de familia, eran estigmatizadas. Las mujeres que llegaban a cierta edad y no se casaban, eran vistas como personas con problemas... las “solteronas” y los hombres, lo mismo... eran como raros. <

Hoy por hoy, lejos de ese pensamiento tradicional, se ve esta opción como una más, dentro de las posibles formas de vida que las personas eligen... la eligen como parte de un crecimiento personal y/o profesional. 

Las características de la “neosoltería”, están bien estudiadas socialmente. En su gran mayoría, las personas apuestan a un modelo de vida donde prevalecen los valores individualistas. Según los estudiosos de este fenómeno, se trata de profesionales exitosos, preocupados por el bienestar, la salud y la belleza: solemos verlos en los gimnasios, en la noche, en viajes, así como también en maestrías o cursos de nivel superior, relacionados a sus profesiones o hobbies. También se los asocia a una cultura hedonista, ya que disfrutan mucho de los placeres de su vida. Son más preocupados por viajar, consumir tecnología y salir a cenar con los amigos, que por planificar una familia. Se mueven como peces en el agua en restaurantes de moda, tiendas de diseño y suelen estar al día con los gadgets tecnológicos y los estrenos de cine.

En general, son personas de buen nivel económico (claro que esto se adecua a las realidades de cada sociedad)... pero el poder vivir solos y mantener este estilo de vida, depende también en gran parte, de esa posibilidad de hacerlo. 

Pueden tener sus variaciones dentro de cada cultura (seguramente no tengan idénticas características los neosolteros de Uruguay, que los de EEUU o España), pero sí siguen el patrón común de priorizar la soltería y el bienestar individual, ante la posibilidad de un estilo tradicional de vida familiar.

Este nuevo estilo de vida, tiene algunas aristas: puede ser una convicción o una consecuencia. Cuando me refiero a una convicción, es que la persona que elige esta vida, está convencida que es con lo que se identifica, elige y desea para su vida. No necesariamente está negada a tener pareja en algún momento, pero en determinada etapa de su vida, es lo que elige y prioriza. Pueden ser personas que les gusta viajar, crecer profesionalmente, cuidarse en su aspecto físico, no tener que hacerse responsables más que de sí mismos. Ellos no traen consigo la idea de que lo mejor es el modelo tradicional de familia, que pueden tener otras personas.
 

También son exigentes y si algún día piensan estar en pareja, puede resultarles difícil porque van a elegir muy bien por quién dejar ese estado que les gusta tanto. Y si no lo encuentran, igual están muy bien así. No van a sacrificar su soltería de la cual disfrutan, por alguien que no les sume en la vida. Al no verlo como prioritario, elevan mucho el nivel de exigencia para tener una pareja con la cual comprometerse. Las amistades... estas sí no faltan en sus vidas, ya que son muy sociables también, como forma de canalizar afectos.  

A veces pueden tener alguna pareja, pero sin un compromiso de vivir juntos, ni de compartir todo. Simplemente cada uno en su casa y viven como “novios”, aunque con algunas diferencias, en cuanto a que ese es el estado definitivo y no transitorio, con otras libertades que no les generen ataduras. 

En el terreno de la sexualidad, pueden tener encuentros sexuales con diferentes personas, pero sin compromiso. Eso en general, lo plantean en forma clara, para no generar expectativas en las demás personas, que busquen algo más en una relación con ellos. El no tener pareja estable, no debe a priori relacionarse con hábitos sexuales no saludables, porque en general, son personas que se cuidan en todos los aspectos. 

La neosoltería también puede ser una consecuencia. En este tipo de elecciones priman las malas experiencias, ya sean propias (donde sufrieron cuando estuvieron comprometidos sentimentalmente y no quieren volver a correr ese riesgo) o ajenas (los modelos que han tenido cerca, han sido negativos o poco atractivos a su entender y no quieren eso para sus vidas).

Puede haber una amplia gama de personas que están solteras por distintos motivos: este estilo neosoltero es uno de ellos, no implica la totalidad de los casos.

También están quienes tras este velo de neosolteros, no son tales y la realidad es muy diferente. Pueden ser algunas personas con problemas psicológicos o patologías mentales severas, que les impiden estar en un vínculo de pareja. Por eso no siempre que veamos una mujer u hombre soltero, caigamos en creer que simplemente es un neosoltero.

También entender que priorizar, no significa que están negados completamente a estar algún día en pareja en toda su vida: muchas personas siguen este esquema de neosoltería durante una parte de su vida y luego, pueden querer otro estilo de vida y pasar a probar tener una pareja... depende de las experiencias de vida y creencias de cada uno. Otros lo priorizarán para siempre.

Cualquiera de estas formas está bien: la felicidad o la forma de vivir siempre es personal y no debería estar nunca marcada por un modelo previo a seguir. El único deber que cada persona tiene, es poder encontrar cuál es la suya y apostar por ella, sin prejuicios de ningún tipo, ni dejándose llevar por lo que las demás personas opinen: abrir un poco más la cabeza y ser cada uno su propio juez y el protagonista de su vida, nunca el espectador.