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Diferencias en la sexualidad entre el hombre y la mujer

Diferencias en la sexualidad entre el  hombre y la mujer
El conocimiento sobre la sexualidad, nos ayuda a mejorar la calidad de relación con la pareja. Muchas personas se sienten insatisfechas de su relación sexual y esto, a veces, es por ignorancia de cómo viven la sexualidad el hombre y la mujer. Se tiende a pensar que es igual y a tener expectativas que pueden resultar erróneas, a la hora de la práctica. 

Alguna de las diferencias básicas que debes conocer, son las siguientes.

- La excitación en la mujer debe ser continua, a diferencia de la del hombre, que puede ser intermitente. Si en la mujer cesa la estimulación, puede pasar que tenga que empezar otra vez de cero: es como una caída vertiginosa al punto de partida. Esto debes comunicárselo a tu pareja, ya que la mayoría de los hombres no lo saben.

- Las mujeres no tienen periodo refractario y el hombre, sí.  Esto quiere decir que una vez alcanzado el orgasmo, la mujer puede tener otro sin necesidad de un tiempo de recuperación, que el hombre sí necesita. Este tiempo aumenta con la edad y el estado físico del hombre. Por lo que si quieres luego de un orgasmo seguir con la penetración, vas a tener que darle a tu pareja, ese tiempo de recuperación.

- Los hombres se masturban más y piensan más a menudo en el sexo, que las mujeres. Esto es relacionado a la educación: el hombre es criado pro sexo, al contrario de la mujer. No existen desde el punto de vista biológico, diferencias de necesidad en cuanto a la sexualidad. Es gracioso escuchar cuando las mujeres les decimos a los hombres, que solo piensan en “eso” (¡sexo!)... porque en verdad ¡tenemos mucha razón!

- La mujer es sexual, pero el hombre es extremadamente sexual. Cuando ven una mujer, la miran desde "ese" punto de vista: observan sus piernas, su trasero, su manera de caminar... analizan y sacan conjeturas de cómo será su desempeño en la cama. Las mujeres en general, hacen un análisis más romántico, que sexual. 

- Está comprobado que el hombre entre las edades de treinta y cuarenta años, piensa en sexo casi seis veces por hora; lo cual significa que el sexo cruza por sus mentes durante todo el día. A partir de los cuarenta, disminuye esta cifra. EL sexo cruza por su cabeza cada media hora y a partir de los cincuenta y tantos años, pocos hombres piensan en sexo más de una vez por hora. Las mujeres piensan menos de la mitad de estos tiempos... ¡bastante menos! Si tú eres de las mujeres que piensan la mitad de este tiempo, eres una mujer con mentalidad sexual superior a la media.

- El hombre es mucho más frágil que la mujer desde el punto de vista sexual. Se preocupa de si satisface o no a su pareja en la cama, de si el tamaño de su pene será el adecuado, de si logrará la erección, de que no vaya a tener eyaculación precoz, etc. Su virilidad está en juego cada vez que hace el amor. Un simple fracaso, puede acabar con su seguridad y con sus futuras actuaciones. Con frecuencia sucede que luego de una “mala” actuación, el hombre queda condicionado por la ansiedad para su siguiente relación y vuelve a fracasar, instaurándose así una disfunción sexual.

- El hombre no puede realizar el acto sexual sin erección, pero la mujer no tiene ese problema. Si no llega a una adecuada lubricación, lo soluciona con un gel y se terminó el problema. Punto final. Además, el hecho de que la mujer se ha vuelto más demandante de sexo, hace que el hombre se sienta más a prueba y se exija más, por lo que la ansiedad le juega a veces “malas pasadas”.

- La mujer alcanza su plenitud sexual a los cuarenta, cuarenta y poco, en cambio el hombre a los veinte, veinte y poco años. Por supuesto esto depende también del estado de ánimo, de salud, que su compañero la inspire y una serie de factores; pero en los hechos, la mujer está en su cumbre orgásmica a esa edad.

- Los hombres registran orgasmos más intensos y prolongados, luego de un período de abstinencia. En cambio las mujeres cuanto más tiempo pasan sin relaciones sexuales, tanto más fácilmente pueden luego prescindir de ellas. Y la abstinencia no les influye en el tiempo ni en la intensidad de sus orgasmos. 

- Los hombres prefieren la pornografía “dura”, a diferencia de las mujeres que les estimula más la pornografía “blanda”. La pornografía "dura", se refiere a escenas de sexo explícito... la "blanda", refiere más a escenas de alto erotismo, pero no sexo explícito... más insinuado y sugerido, cargado de otros elementos de fondo y de una historia de deseo detrás. Por eso a los hombres le gusta la idea de que su pareja se masturbe delante de ellos; en cambio a muchas mujeres, puede no agradarle o al menos no resultarle especialmente excitante, que lo haga su pareja delante de ella.

Por último, algo que ya todas las mujeres saben seguramente, es que los hombres pueden separar el sexo más fácilmente del resto de su relación que las mujeres. Ellas funcionan más como un “todo” en conjunto: si no está todo bien en la relación, no van a tener deseo sexual. Si discutieron a la mañana, no va a querer hacer el amor a la noche. El hombre en cambio, no va a unir esos hechos y tendrá deseo igual.

Bien, un poco de información puede ser útil a la hora de entender más a nuestra pareja y a nosotras mismas. Sin duda también es muy valiosa la información particular que puedes obtener de él, hablando sobre sus gustos y preferencias, sus miedos, etc... y a su vez, hablarle tú de los tuyos. Toda esa comunicación, ayudará a que tengas herramientas de cómo manejarte en este terreno. Usalas a tu favor, que en definitiva, es también en favor de la pareja. 

Tal vez aún sabiendo todo esto y tratando de sacar partido a tus conocimientos, puede pasarte que no siempre logres llegar al orgasmo, pero al menos, nunca te prives de disfrutar de la excitación previa. Que el encuentro sexual sea placentero, así tendrás ganas la próxima vez. 

Muchas mujeres llegan al orgasmo la tercera parte de las veces que hacen el amor, otras la mitad de las veces y algunas, en todas las situaciones. Si algunas veces no llegas y él te pregunta, no cedas a la tentación de mentirle: simplemente dile la verdad, que aunque no llegaste, lo pasaste muy bien igual y que no siempre sientes la necesidad de tener un orgasmo... ¡que ya llegará la próxima!
 
Recuerda que el objetivo no es esa relación puntual que acabas de tener, sino que es mejorar la sexualidad  general en la pareja... por lo tanto DISFRUTA, COMUNICA y NO MIENTAS. Así cada vez te acercarás más a dicho objetivo.

El sexo puede ir desde una “brisa placentera” hasta un “huracán devastador”: depende de la actitud que tengas frente a él. Pero no permitas nunca que sea un trámite desagradable en tu vida. Así que: ponte “manos a la obra”, ¡desde hoy mismo!


Ps. Silvia Cardozo
Terapeuta Cognitivo-Conductual
Tec. en Sexología Clínica
Integrante, Coordinadora y Docente de Suatec (Sociedad Uruguaya de Análisis y Terapia del Comportamiento)
Email :ensil@adinet.com.uy

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